"Renaissance Reflections", Santiago Tostado fusiona dos mundos, el pasado y el presente, creando una obra que invita a una reflexión profunda sobre la naturaleza de la perfección y la humanidad. En el fondo, la figura icónica del David de Miguel Ángel emerge sutilmente, un símbolo atemporal de idealización y belleza clásica. Sobre esta representación del ideal renacentista, aparece el rostro de una mujer contemporánea, con ojos azules que atraviesan el espacio, estableciendo una conexión directa
e ineludible con el espectador.

La mujer, con una expresión firme y desafiante, contrasta con la perfección del David. Su presencia parece cuestionar la noción misma de lo que es "ideal" en nuestra sociedad actual. Mientras el David representa un ideal físico, la mujer parece encarnar una verdad interna, una fortaleza emocional y psicológica que trasciende lo meramente estético. Sus ojos, de un azul penetrante, capturan la mirada del espectador, invitando a un diálogo silencioso sobre las expectativas que nos imponemos y las proyecciones que colocamos sobre los demás.

A través de esta dualidad entre lo clásico y lo contemporáneo, Tostado nos invita a reconsiderar el legado del Renacimiento y su influencia en la percepción moderna de la belleza y la perfección. Al superponer estos dos rostros, la obra sugiere que, aunque seguimos buscando ideales externos, lo que realmente nos define como seres humanos no es lo que proyectamos hacia el exterior, sino lo que llevamos en nuestro interior. 

Renaissance Reflections nos invita a explorar el equilibrio entre el pasado y el presente, entre lo idealizado y lo real, mientras nos confronta con la mirada penetrante de una figura que desafía las nociones tradicionales de perfección.